Veins and bones 1

En esta obra, los contornos del cuerpo se transforman en un relieve topográfico, como si la piel fuera territorio y la geografía, memoria. Los verdes se extienden como praderas y bosques, los ocres recuerdan tierras secas y soleadas, y los lilas aportan un contraste onírico, casi etéreo. Las texturas brillantes y craqueladas hacen que la superficie parezca húmeda y palpitante, invitando a recorrerla como quien recorre un mapa antiguo con los dedos. Entre los pliegues se esconden formas sugerentes, desde cordilleras hasta caminos sinuosos, recordando que el cuerpo —como la tierra— es un espacio vivo, cambiante y lleno de historias por descubrir.